Robinson Canó y los Diablos dejan tendidos a los Conspiradores de Querétaro

Estadio Alfredo Harp Helú, casa de los Diablos Rojos del México. Foto: Jaime Gómez Torres/ACIR Deportes
Estadio Alfredo Harp Helú, casa de los Diablos Rojos del México. Foto: Jaime Gómez Torres/ACIR Deportes

Robinson Canó dejó caer el madero para ponerla pelota en juego y con la casa llena entró la del gane para que los Diablos Rojos del México dejaran tendidos a los Conspiradores de Querétaro, con una pizarra 3-2, en el inicio de la serie.

Fue un auténtico duelo de pitcheo en el Harp Helú.

Erick Leal tomó la pelota para el México y Miguel Romero subió a la lomita para Querétaro,  ambos ofrecieron una exhibición a lo largo de seis entradas. Romero únicamente permitió tres imparables, pero otorgó cuatro bases por bolas, al igual que ponches. Más fino salió Leal que, aunque permitió cinco hitsregaló seis chocolates sin negociar pasaportes.

A la gran labor de Romero no le pudo seguir el ritmo Gerson Bautista. Después de retirar al primero en la séptima fatídica, el relevista de los Conspiradores permitió un jonrón solitario de José Marmolejos y llenó la casa con dos imparables consecutivos y una base por bolas, pero los Diablos dejaron escapar la oportunidad y apenas anotaron una rayita más con un elevado de sacrificio de Robinson Canó.

Para la novena infernal, Anraku y Jeurys Familia hicieron buenos relevos para mantener el marcador, pero ya en la noche Jake Sánchez no pudo cerrar el encuentro y dejó escapar el salvamento.

Los Conspiradores igualaron el partido con una carrera de Rio Ruiz, quien había negociado una base por bolas y anotó en un rodado por segunda, y otra más de Yurisbel García, que aprovechó el elevado de sacrificio de Kelvin Gutiérrez.

Aunque el empate de los queretanos únicamente postergó las celebraciones del conjunto escarlata.

Los Diablos hicieron sufrir a Ofreidy Gómez, que llenó las bases cediendo un sencillo de Marmolejos, caminando de manera consecutiva al Haper Gamboa — intencionalmente — y a Franklin Barreto. Con las bases llenas, Robinson Canó hizo lo necesario, dejó caer el madero y sacó un rodado por el short, pero el tiro a home fue desviado y entró la del gane para dejar tendidos a los Conspiradores.

Con este triunfo, los Diablos hilan ya cuatro victorias y mejoran a una marca de 17-5, la mejor en la Liga Mexicana de Béisbol, mientras que los Conspiradores empeoraron a un registro de 10-12.

Por Jaime Gómez Torres e imagen de Jaime Gómez Torres/ACIR Deportes