(Con información de Notimex e imagen de Mexsport)
El tenista español Rafael Nadal demostró en 2019 que en el torneo de Roland Garros es invencible cuando llega a la final, al conseguir el duodécimo título de su carrera, con lo cual se convirtió en el máximo ganador de la historia en un Grand Slam.
Intratable en la arcilla parisina, Nadal llegó como segundo de la siembra y en la final volvió a encontrarse con el austriaco Dominic Thiem, a quien derrotó en cuatro sets, tras un complicado inicio, aunque al final lo arrolló para coronarse.
Para este certamen Nadal llegaba con siete torneos disputados en el año, pero con sólo un título, el Masters 1000 de Roma, con la motivación de repetir su actuación en la capital francesa.
El inicio de Nadal en el torneo que se realizó del 26 de mayo al 9 de junio fue sin muchas complicaciones para el mallorquín, tras dejar en el camino a los alemanes Yannick Hanfmann y Yannick Maden en sets consecutivos.
Su primera prueba complicada sería en tercera ronda, pues el belga David Goffin, vigésimo noveno de la siembra, era el oponente a vencer, y aunque perdió una manga lo eliminó por 6-1, 6-3, 4-6 y 6-3, antes de imponerse al argentino Juan Ignacio Londero en octavos de final.
En la parte baja del cuadro, donde fue ubicado el ibérico, se esperaban duelos con el japonés Kei Nishikori, séptimo en las preferencias, y con el suizo Roger Federer, tercero, quienes avanzaron poco a poco hasta medirse con el español.
Nishikori fue su oponente en cuartos de final, al que se impuso en sets corridos, por 6-1, 6-1 y 6-3 en menos de dos horas, con un juego intratable y en busca de un cetro más en su torneo favorito.
Con la intención de hacerse del boleto a la final se mediría con el exnúmero uno del mundo y considerado el mejor de la historia, quien llegaba con un récord negativo de 13-2 ante Nadal en arcilla, pero que estaba ante una gran oportunidad de vencerlo por primera vez en su sexto duelo en este torneo.
Pero Nadal volvió a demostrar amplia superioridad en su superficie favorita. Fueron tres mangas las necesarias (6-3, 6-4 y 6-2) para dejar en el camino a Federer, quien volvió a fallar en su intento de vencer a Nadal en el segundo “grande” del año.
Aunque se esperaba que la final fuera contra el serbio Novak Djokovic, número uno del mundo, el joven austriaco Dominic Thiem quería cobrar revancha de la final perdida el año pasado y liquidó a “Nole” para volver a citarse con Nadal.
El 9 de junio Nadal y Thiem volvieron a verse las caras y el resultado fue el mismo, triunfo del mallorquín. El cuarto de la siembra trató de jugarle de tú a tú al ibérico y lo logró en las primeras mangas, las cuales se repartieron.
Pero las dos siguientes fueron un auténtico paseo para Nadal, quien al final se impuso por 6-3, 5-7, 6-1 y 6-1 para levantar nuevamente la “Copa de los Mosqueteros”, algo habitual en su exitosa carrera.
Ese triunfo representó el duodécimo título de “Rafa” en Roland Garros, el Grand Slam número 18 en su carrera para ponerse a dos de los históricos 20 de Federer, además de romper el récord de la australiana Margaret Court de más títulos obtenidos en un “grande”, pues ella había ganado 11 Abiertos de Australia.
Ashleigh Barty conquista el título en sorpresivo torneo
En la rama femenil el título fue para la australiana Ashleigh Barty, octava de la siembra y quien acabó en la final con la sorpresiva checa Marketa Vondrousova en dos sets, por parciales de 6-1 y 6-3.
El certamen no fue el mejor para las favoritas, que poco a poco se quedaron en el camino. La número uno del mundo y primera favorita, la japonesa Naomi Osaka, quedó marginada en la tercera ronda del torneo.
Fueron eliminadas en la misma ronda la checa Karolina Pliskova (2), la ucraniana Elina Svitolina (9) y la estadounidense Serena Williams (10); en primera fase la alemana Angelique Kerber (5) y en cuartos de final la rumana Simona Halep (3), así como la estadounidense Sloane Stephens (7).
Mientras Barty era la única sobreviviente de las primeras de la siembra y tuvo que venir de atrás para imponerse en semifinales a la estadounidense Amanda Anisimova, la checa caminó firme desde el inicio y llegó a la final sin ceder un solo set.
Ya en la final, Ashleigh Barty evitó una sorpresa más en el torneo y derrotó en sets seguidos a Vondrousova para imponerse por 6-1 y 6-3, con lo cual logró el primer título de un “grande” en su carrera y así enfilarse al número uno del mundo.
En la modalidad de dobles, los alemanes Kevin Krawietz y Andreas Mies se proclamaron monarcas en la rama varonil, mientras que la húngara Timea Babos y la francesa Kristina Mladenovic se agenciaron el trofeo en la femenil.
NTX