El Manchester United mantuvo su línea decadente en el Vitality Stadium y firmó un empate (2-2) ante el Bournemouth con el que abandonó la sexta plaza en un choque en el que sobrevivió de milagro a la gran primera parte de los hombres dirigidos por Andoni Iraola.
Otra vez, y ya son 18 esta temporada, el Manchester United volvió a tropezar. Es una constante en los hombres de Erik ten Haag, que no levantan cabeza y acumula una tendencia negativa con la que parecen demostrar no querer apuntarse a Europa el próximo curso. En esta ocasión, el Bournemouth, bajo la dirección magistral de Iraola, se encargó de dar otro bofetón a las aspiraciones continentales de los “Diablos Rojos”.
Fue en la primera parte en la que el United mostró todas sus carencias. Y siguió con vida de casualidad, con un 2-1 que le permitió llegar con aspiraciones al siguiente acto. El descanso, sin duda, fue un bálsamo para un equipo que acumuló errores defensivos constantes con los que pudo besar la lona definitivamente.
(Con información de EFE)