En el partido de este jueves entre los Atléticos de Oakland y los Dodgers, el escenario era más que ideal para que “El Culichi” brillara y pudiera retomar la confianza en camino a su mejor nivel.
Como ya es tradición cuando lanza Urías, vistieron su uniforme especial, de color azul, y con la leyenda “Los Dodgers” al frente -haciendo alusión a la gran presencia de latinoamericanos en Los Ángeles y el equipo-, los angelinos no perdonaron a los Atléticos y consumaron la barrida.
Urías, quien había presentado una molestia en sus dedos fue de menos a más en el juego. La primera entrada no fue ideal, apenas el segundo bateador de Oakland consiguió un imparable contra el mexicano, el serpentinero se vio demasiado precavido con el tercero al bat y lo caminó en cuatro lanzamientos; pero para su fortuna, la entrada terminó con un más que necesario doble play.
En la segunda entrada, Urías no se complicó y retiró a los bateadores de Oakland con un par de rodados y su primer ponche de la noche. El apoyo a la causa de los Dodgers llegó con una carrera de Kiké Hernández, impulsada por Miguel Rojas.
Con una mejor sensación en la lomita, el mexicano se mostró seguro en la tercera entrada, abriendo con un ponche a J.J. Bleday, y aunque permitió un doble con dos outs, Urías mostró unos reflejos espectaculares para atrapar una línea que fue en su dirección para sacar el tercero de la entrada. A la ofensiva, Miguel Rojas repitió la dosis y mandó a Max Muncy a la registradora, para ampliar la ventaja de los locales.
La cuarta entrada fue rápida para el “Culichi”, quien una vez más permitió un doble con dos outs, pero el pelotero se quedó en los senderos, pues el capítulo terminó luego de tan solo 12 lanzamientos.
Los Dodgers no quisieron forzar la salida de Urías y llevarlo al límite, por lo que su noche terminó luego de la quinta entrada, en la que retiró por la vía del ponche en orden a los Atléticos. El quinto capítulo fue sin duda el mejor para el mexicano.
Es el primer paso en el proceso de los Dodgers para ayudar a Urías a recuperar su confianza. La noche del mexicano terminó con una línea de 5 IP, 3H, 0 R/ER, 1 BB y 5 Ks; en apenas 68 lanzamientos.
Urías calificó para la victoria, su octava de la temporada, y mejoró su promedio de efectividad (ERA) a 4.69. Emmet Sheehan, el lanzador novato del equipo, fue el encargado de cerrar el partido, con un salvamento de cuatro entradas. Para la fortuna de Urías y los Dodgers, la ofensiva se hizo presente y sumó seis carreras luego de la salida del mexicano, para así concretar la barrida de LA sobre Oakland.
Los Atléticos consiguieron ponerse en el marcador con un par de cuadrangulares solitarios, pero no pudieron hacer más para alcanzar a los locales, perdiendo el encuentro 2-8. Los Dodgers mejoraron su registro a un 62-45, mientras que Oakland cayó aún más con una marca de 30-80.
Freddie Freeman fue el más destacado para los Dodgers. El primera base se fue de 5-3 (2 2B, HR, R, RBI) y se mantiene más encendido que nunca, en sus últimos 15 juegos, batea de .500, con 13 RBI y 5 cuadrangulares.
Aunque aún luzca lejos, la postemporada de las Ligas Mayores de Béisbol ya se vislumbra en el horizonte. Sin tener un año espectacular o tan dominante como lo fue en las últimas cuatro temporadas, los Dodgers de Los Ángeles han sabido utilizar sus cartas para tener una buena temporada y se mantienen como líderes del Oeste de la Liga Naciona.
Urías, quien alcanzó 20 triunfos en 2021, con una efectividad de 2.96; y fue el mejor lanzador en 2022, con un promedio de 2.16 y 17 triunfos, no ha podido destacar este año, el cual era vital, pues es el último en su contrato con los Dodgers. El gran trabajo de Urías fue de gran valor para los Dodgers, que esperan encuentre más pronto que tarde su mejor versión, para así tener profundidad, solidez y seguridad en su rotación al iniciar la postemporada.
Por Jaime Gómez Torres e imagen de Espacio Deportivo.
