El centrocampista del Betis Isco Alarcón, que fue intervenido el pasado mayo de una rotura en el peroné izquierdo, será operado de nuevo en las próximas horas al haber detectado los médicos del equipo bético una falta de consolidación en el callo de dicha fractura, anunció este miércoles el club.
El malagueño, que se lesionó el 16 de mayo en un partido de LaLiga en el campo de Las Palmas tras un golpe en el gemelo, fue operado cuatro días después de una “fractura diafisaria del peroné izquierdo” y, con el trabajo de recuperación hecho desde entonces, estaba en el proceso de puesta a punto para poder reaparecer, aunque con esta “complicación” su baja se prolongará más tiempo.
El Betis informó en un parte médico de que la decisión de intervenir de nuevo a Isco, el gran referente del juego ofensivo del equipo entrenado por Manuel Pellegrini, se ha adoptado tras observarse “una falta de consolidación en el callo de fractura y la formación de puentes óseos sólidos” en las pruebas de control realizadas estos días al jugador.
“Ante el riesgo de un déficit de consolidación completa en los próximos meses, tras valoración por parte de los servicios médicos del club en conjunto con otros especialistas externos con experiencia en este tipo de procesos, se ha decidido revisar el foco de fractura quirúrgicamente para intentar revitalizar el mismo”, explicó en la nota el club, que no especifica la fecha de la nueva operación.
“El pronóstico queda reservado a la evolución postquirúrgica”, según el parte difundido por el Betis, si bien el responsable de sus servicios médicos, José Manuel Álvarez, adelantó que, una vez que sea operado, el jugador deberá estar “entre 6 y 8 semanas sin impactos” y luego llegará el “periodo de readaptación”.
En este último proceso, indicó Álvarez en unas declaraciones facilitadas por el Betis, no se fija ningún plazo estimado de recuperación, aunque dijo que confían en que sea lo más corto posible debido a las características del futbolista y a sus ganas de reaparecer en los terrenos de juego.
“Hemos detectado que hay un callo inmaduro en el foco de fractura y, aunque en personas normales podemos esperar hasta los seis meses para que esa consolidación se pueda llegar a conseguir, en deportistas debemos apremiar un poco en este tipo de procesos”, afirmó el médico del Betis.
Añadió que la idea que tienen es “entrar en quirófano, revisar el foco de fractura y, si es necesario, retirar el material para refrescar todo ese foco, valorar hacer algún injerto y algún aporte que nos pueda ayudar a que ese callo se acelere, y volver a colocar el material de osteosíntesis”.
“Ésa es la situación que nos hemos encontrado, una complicación que puede ocurrir, aunque en pocos casos, y con Isco ha sucedido. En el tiempo prudencial de evolución que llevamos, de tres meses y medio, consideramos que no debemos esperar a esos seis meses para reevaluar porque nos podemos ver en este mismo punto y preferimos atajarlo de una forma agresiva y adelantar en lo que podamos el proceso”, manifestó Álvarez.
Antes de conocerse esta decisión, el entrenador chileno del Betis declaró tras el comienzo de La Liga que la idea era que Isco, quien ha estado trabajando en su rehabilitación todo el verano, pudiera reincorporarse plenamente al trabajo del resto del grupo en la actual ventaja de encuentros internacionales para poder contar ya con él después de este parón liguero.
Con información de EFE e imagen de ArturVerkhovetskiy/Depositphotos.com
