Luego de perder el primero de la serie del primer playoff, los Diablos Rojos del México encendieron el infierno, prendieron los bats y domaron a los Tigres.
La noche de este miércoles, un Estadio Alfredo Harp Helú completamente lleno recibió el segundo juego de la serie entre Diablos y Tigres, en un partido que “los Rojos” dominaron en todos los sentidos. Un triunfo 11-0 con el que los Diablos rompieron una racha de cinco partidos sin victoria e igualaron la serie, la cual se jugará en Cancún a partir del viernes, para los juegos tres, cuatro y cinco.
Los Diablos iniciaron “en fuego” desde la primera entrada. Ronnie Williams fue el pitcher designado por Víctor “Flamingo” Bojórquez para abrir el encuentro. El lanzador se mostró seguro y con una bola “en llamas”, ponchando al primer bateador al que se enfrentó.
Williams tuvo una excelente salida que le dio seguridad a la “novena infernal”. El serpentinero lanzó 6 entradas en las que únicamente permitió dos hits, otorgó dos bases por bolas y embasó a un bateador por golpe, además de recetar tres ponches a los Tigres.
El “Flamingo” Bojórquez parece finalmente haber dado en el clavo con el orden al bat y el lineup inicial.
Después de la dolorosa derrota (7-3) sufrida el martes, la “nación escarlata” se encontraba al borde de sus asientos cada que los Diablos conseguían poner hombres en las bases, esperando el hit que los pusiera a correr.
La sentencia de los Tigres se empezó a escribir en la segunda entrada. Roberto Ramos se embasó caminando y entonces, apareció el capitán de “los Rojos” para encender el “infierno”. Juan Carlos “el Haper” Gamboa pegó un doble que se internó entre los jardines izquierdo y central, con el que puso a volar a Ramos desde primera a home; los Tigres estuvieron cerca de hacer una jugada apretada en home, pero el tiro llegó demasiado tarde. Un doble de Francisco y un rodado de Moisés Gutiérrez apuntaron dos carreras más en la entrada.
Los Diablos apuntaron una carrera más en la tercera entrada, cortesía de Julián Ornelas y anotada por Carlos Sepúlveda.
Moisés “Mollete” Gutiérrez se fue de 2-5 en el juego, pero sin duda alguna se robó la noche, impulsando cuatro de las carreras de los Diablos, y sin duda alguna dio el batazo del encuentro. En la cuarta entrada, “Mollete” no desaprovechó el mal momento por el que pasaba el abridor Raúl Carrillo y con Ramón Flores en primera, no puso a volar la pelota, ¡la puso en órbita! Gutiérrez la mandó por todo el jardín derecho para sumar dos a la pizarra.
El México explotó en la quinta entrada. Fernando Burgueño relevó a Carrillo, aunque poco pudo hacer ante el buen momento de los Diablos. Abrió la entrada caminando a Japhet Amador y Roberto Ramos, y para su mala fortuna, el “Haper” pegó un rodado que pudo haber sido un doble play, pero un error del segunda base, Alejandro Robles, no sacó a nadie y llenó las bases. Los Tigres pudieron maximizar el ponche de Córdoba, buscando un doble play, pero no fue así. Un sencillo de Córdoba llevó a dos a la registradora y un doble del “Mollete” puso una más en la pizarra. Carlos Sepúlveda pegó un rodado de out, pero fue suficiente para darle otra carrera a “los Rojos”. Cuando los Tigres finalmente cerraron el quinto capítulo, “el Diablo” ya lo ganaba 10-0.
Una auténtica fiesta la que se vivió en el Harp Helú, pues además, al finalizar la quinta entrada, los Diablos rindieron homenaje a Japhet Amador y a Arturo López. La “pandilla escarlata” se puso de pie y entre aplausos celebraron las hazañas conseguidas por sus peloteros. El “Gigante de Mulegé”, Japhet Amador, disputó su partido número 1000 en su carrera profesional el pasado primero de agosto, mientras que el “Rey” Arturo consiguió su ponche número 700 en su carrera, el pasado, sábado, 6 de agosto.
La última carrera del encuentro llegó en la octava entrada. Con Julián Ornelas en primera, Japhet Amador pegó un batazo larguísimo y más que profundo, pero no fue suficiente para saltar la barda. Lo que parecía ser un “jonronazo” terminó en un doble que llevó a Ornelas a home.
Los Diablos mostraron buenos guantes. Fueron varias rolas las que Williams y los relevistas indujeron, para forzar los outs de Tigres, y el equipo respondió correctamente. “Los Rojos” únicamente cometieron un error, un mal tiro de Williams a primera buscando sorprender al corredor en primera, pero para fortuna suya, se quedó en las bases al terminar la entrada.
Ricardo Pinto fue el encargado de sellar el triunfo de los Diablos tal y como Williams lo abrió, con un ponche.
Una victoria que le devuelve la confianza a los Diablos, que terminaron la temporada regular con la mejor marca en la LMB, con un sorprendente 55-32. Pese al gran año de “los Rojos”, la “nación escarlata” y la “novena infernal” saben que de nada sirve si no consiguen el título. Luego de quedarse a un paso de la Serie del Rey en 2022, los Diablos quieren sacarse la espinita, finalmente romper la sequía del México y coronarse por primera vez en el Alfredo Harp Helú.
Por Jaime Gómez Torres e imagen de Jaime Gómez Torres/ACIR Deportes
