La marcha del argentino Enzo Fernández no parece haber frenado al Benfica, que regresa a la Liga de Campeones con la ambición inalterada y con la voluntad de continuar su brillante trayectoria en Europa.
Las “águilas” visitan Bélgica el miércoles para enfrentarse al Brujas en la ida de los octavos de final de una edición de la “Champions” en la que han acaparado los focos.
El Benfica sorprendió y acabó primero en el temible grupo H, el mismo que los colosos Paris Saint-Germain y Juventus, contra los que Enzo fue una pieza clave.
Para los octavos ya no podrá contar con la estrella “albiceleste”, traspasada al Chelsea, pero su ausencia no ha hecho saltar las alarmas en el equipo portugués.
Las excelentes actuaciones colectivas e individuales en el “post-Enzo”, con una solidez táctica tanto en términos ofensivos como defensivos, permitieron al Benfica tranquilizar a quienes temían lo peor.
Siguen intratables al frente de la Liga, con cinco puntos de ventaja, pero el pasado jueves fueron eliminados de la Copa de Portugal por el Braga en la tanda de penaltis.
A pesar de la eliminación, su juego defensivo fue elogiado por haber resistido las embestidas del Braga con uno menos en el campo durante toda la segunda parte y la prórroga.
CHIQUINHO, EL SUSTITUTO DE ENZO
La marcha de Enzo Fernández a Inglaterra fue “inesperada”, como admitió el entrenador del Benfica, Roger Schmidt, en rueda de prensa, pero no tardó en encontrar un sustituto para el centrocampista argentino.
El elegido fue el portugués Chiquinho, de 27 años y en el club desde 2018, que hasta ahora nunca había conseguido un puesto fijo en la plantilla.
Chiquinho es un medio ofensivo, pero su entrenador optó por retrasarle y colocarle junto a Florentino en el puesto de ‘8’ reservado entonces para Enzo.
Schmidt declaró en una reciente rueda de prensa que estaba “muy contento con las exhibiciones” de su jugador, que “demostró todas las cualidades que necesitamos en esta posición, con y sin balón”.
También se ha ganado el aprecio de la afición, que incluso ha creado un tema en su honor: “¿Y quién es Enzo? Je ne sais pas… Chiquinho!”, se oye a menudo en los partidos del Benfica.
CANTIDAD Y CALIDAD
Chiquinho es una de las varias opciones para el centro y el ataque del Benfica, donde Roger Schmidt tiene a su disposición numerosas opciones de calidad.
Gonçalo Guedes, cedido por el Wolverhampton, ha jugado como punta, pero la principal referencia ofensiva del equipo, Gonçalo Ramos, ya está totalmente recuperado tras una breve baja por lesión.
El preparador alemán tendrá que decidir si vuelve a colocar a Ramos, si mantiene a Guedes o si retrasa al ex del Valencia a un papel secundario.
Esta última opción obligaría a tomar decisiones difíciles en los miembros de su habitual 4-2-3-1, especialmente en el trío de centrocampistas ofensivos.
Entre las posibles opciones figuran el portugués Rafa Silva, el brasileño David Neres, el noruego Fredrik Aursnes, el también luso João Mário e incluso Guedes.
Mário, internacional con Portugal, con 16 goles y seis asistencias esta temporada, atraviesa uno de los mejores momentos de su carrera, por lo que no perderá su puesto tan pronto, al igual que Aursnes.
La gran confianza en el equipo tras la marcha de Enzo se debe también a las garantías que ofrece la línea defensiva.
La joven promesa portuguesa António Silva, de sólo 19 años, forma una dupla en el centro con el veterano argentino Nicolás Otamendi, mientras que el danés Alexander Bah y el español Álex Grimaldo ocupan las bandas.
Las mayores preocupaciones son para el año que viene, ya que Otamendi y Grimaldo acaban contrato a final de temporada, mientras que Silva ha sido codiciado por clubes de las grandes ligas europeas, al igual que el guardameta griego Odysseas Vlachodimos.
A priori, el Benfica es favorito para la eliminatoria contra un Brujas que marcha cuarto en la Liga belga y que no hace mucho cambió de entrenador.
Sin embargo, sabe que no puede relajarse ante los belgas, que ya visitaron Portugal en esta edición de la Liga de Campeones y aplastaron al Oporto por 0-4.
