(Con información de Notimex)
Durante los últimos años, la Liga Nacional de Futbol Americano (NFL) ha tratado de proteger más a los jugadores para que no reciban golpes en la cabeza con la finalidad de evitar conmociones, las cuales pueden generar secuelas más graves a futuro, por lo que en 2019 la liga se puso más estricta con este tipo de contactos.
A partir de 2018, la liga modificó la regla estipulando que todo golpe con el casco hacia cualquier parte del cuerpo ameritaba un castigo de 15 yardas por foul personal y, en reiteradas ocasiones o dependiendo de la gravedad del impacto, podría ameritar la expulsión.
Cabe destacar que las conmociones, un mal que ha tratado de erradicar la liga, han venido a la baja durante las últimas campañas, pues en 2018 registró 214, ante las 281 que acontecieron en 2017.
De igual forma, la política acerca de los procesos de conmoción se ha tornado más severa, ya que además del doctor de cada equipo, la NFL designa uno más durante el partido, por lo que él termina tomando la decisión de si un jugador está apto para continuar en el emparrillado o no; en caso de que el atleta no regrese por conmoción, se somete a una estricta evaluación para determinar si puede participar en el siguiente partido.
Por tal motivo, la NFL ha comenzado a sancionar rigurosamente a todos aquellos jugadores que no acaten las reglas, aunque hasta la semana 15 de la NFL han destacado dos casos en particular: Vontaze Burfict y Myles Garrett.
Vontaze Burfict, fuera por un año
Surgido de la Universidad Estatal de Arizona, fue tomado por los Bengalíes de Cincinnati en 2012, equipo con el que permaneció hasta 2018.
Desde que llegó a la NFL, el apoyador de 29 años siempre se caracterizó por jugar al límite, y en muchas ocasiones fue multado y suspendido.
Una de ellas fue en 2014, al ser castigado por tres conductas antideportivas que le costaron 69 mil 500 dólares. En 2016 y con varios antecedentes previos, fue suspendido durante tres enfrentamientos. Además, en ese mismo año pisó a un jugador intencionalmente, por lo cual tuvo que pagar 75 mil dólares más.
Estas fueron las principales razones para que los Bengalíes lo dejaran en libertad, pero en 2019 fue contratado por los Raiders de Oakland.
Con los Malosos solamente disputó cuatro partidos, debido a que, en la cuarta semana durante el segundo cuarto del juego ante Potros de Indianápolis, que ganaron 31 a 24, el ala cerrada Jack Doyle completó el pase de Jacoby Brissett, pero Burfict lo golpeó casco contra casco cuando estaba arrodillado y sin posibilidad de ganar más yardas, por lo que los árbitros lo castigaron en primera instancia con foul personal, pero luego determinaron expulsarlo del emparrillado.
Al día siguiente y considerando el historial de castigos que acarreaba el jugador, la NFL decidió suspenderlo por toda la campaña, incluyendo postemporada, en una decisión nunca antes vista.
El vicepresidente de operaciones de futbol americano de la NFL, Jon Runyan, le escribió un comunicado a Vontaze para indicarle que “no hubo circunstancias atenuantes en esta jugada. Su contacto fue innecesario, flagrante y debió haber sido evitado”.
Asimismo, le reiteró la cantidad de veces que ha sido sancionado, por lo que la NFL ya no iba a tolerar este tipo de acciones.
“Luego de cada una de sus violaciones anteriores a las reglas, fue advertido por mí y cada uno de los oficiales de apelaciones designados conjuntamente que violaciones futuras darían lugar a medidas más severas. Sin embargo, ha seguido abusando flagrantemente de las reglas diseñadas para protegerlo y a sus rivales de riesgos innecesarios”, declaró en el escrito.
Myles Garrett, suspensión indefinida
Durante la decimoprimera semana de la campaña regular, Cafés de Cleveland recibió a Acereros de Pittsburgh para derrotarlos 21-7 en el partido del Jueves por la Noche.
Hasta el último periodo todo marchaba con tranquilidad, sin embargo, cuando faltaban menos de 15 segundos en el reloj, Mason Rudolph soltó el pase, pero fue derribado por Myles Garrett, quien lo azotó contra el pasto.
Por tal motivo el pasador reaccionó enfurecido, pero el defensivo desató su furia al arrancarle el caso y después con ese mismo, darle un golpe en la cabeza a Rudolph para desencadenar la batalla campal en el Estadio FirstEnergy.
A las pocas horas, la NFL anunció que el jugador de Cleveland había sido suspendido indefinidamente por su acción, incluyendo postemporada y sin goce de sueldo. Además, se determinó que debería reunirse en la temporada baja con el comisionado de la liga, Roger Goodell, para decidir su situación rumbo a 2020.
Por su parte, también se multó a las dos franquicias con 250 mil dólares cada una, además de castigar al tackle de Cleveland, Larry Ogunjobi, con un juego, y al centro de Pittsburgh, Maurkice Pouncey, tres partidos; este último por patear a Garrett cuando se encontraba en el suelo.
Cabe destacar que Myles protestó contra dicha sanción alegando que no había antecedente alguno para castigarlo de tal forma, aunado a declarar que el contrincante lo había discriminado, no obstante, la liga no encontró argumentos a su favor y decidió mantener la sanción antes señalada.
Estos dos casos abrirán el precedente para la NFL con el objetivo de imponer cada vez castigos más severos a los jugadores que actúen “de mala fe”, o que no acaten las reglas establecidas, cuyo propósito siempre será el salvaguardar la integridad física de cada elemento sobre el terreno de juego.
NTX