A cinco años del fallecimiento del hijo del Perro Aguayo

(Con imagen de Mexsport)

Hijo del Perro Aguayo, con un lugar ya asegurado en la historia de la lucha libre mexicana y quien dejó el legado de los “Perros del mal”, cumplió este sábado cinco años de su fallecimiento.

Fue el 20 de marzo de 2015 cuando el hijo del “Can de Nochistlán” subió al ring por última vez en Tijuana, donde hizo equipo con Manik para medirse a Rey Mysterio y Xtreme Tiger.

Tras una salida del ring, el “Perrito” se golpeó la nuca con el filo del ring, pero regresó para seguir y sufrir unas patadas del “Amo del 619”; el daño ya estaba hecho, el Hijo del Perro Aguayo quedó sobre las cuerdas.

Sus compañeros se dieron cuenta y lo llevaron a los vestidores en busca de atenderlo; lo llevaron a un hospital, pero nada se pudo hacer, pues un paro cardiorrespiratorio terminó la vida de uno de los ídolos de la lucha libre en la madrugada del 21 de marzo.

El “Perrito”, quien nació en Tala, Jalisco, el 23 de julio de 1979, fue sepultado en el mismo municipio tapatío días después, para comenzar con su leyenda.

La carrera de Pedro Aguayo Ramírez comenzó en 1995, cuando tenía 15 años y se presentó con la empresa Triple A, donde estuvo hasta 2003, año en que arribó al Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), donde vivió grandes momentos.

Llegó como técnico, pero con el paso de los días sacó a relucir su lado rudo y creó a los “Perros del mal” junto a Héctor Garza, Mr. Águila, Damián 666 y Halloween, agrupación que fue el azote de los científicos; en esa época dejó sin cabellera a luchadores como Negro Casas, Universo 2000 y Héctor Garza.

Con la agrupación de los “Perros del mal” bien consolidada probó suerte en el terreno independiente, antes de volver a Triple A, empresa en la que rapó a Cibernético en 2013.

Seguía con sus luchas en el terreno independiente, una con la empresa The Crash, la última el 20 de marzo para morir en las primeras horas del 21 de marzo, para cumplirse cinco años desde la partida del legendario gladiador.

AT