La cifra de muertos por el sismo de magnitud 7.7 que sacudió Myanmar el mediodía del viernes aumentó a mil 644, luego de que se recuperaron más cuerpos entre los escombros de edificios e inmuebles colapsados.  

En un balance actualizado, la Junta Militar que gobierna ese país también reportó 3 mil 408 heridos y 139 personas desaparecidas, aunque dejó entrever que las cifras podrían aumentar, ya que aún están recopilando datos.  

De acuerdo con una proyección del Servicio Geológico de Estados Unidos, la cifra de fallecidos podría superar los 10 mil.  

La región más afectada es Mandalay, la segunda ciudad más grande de Myanmar, pero el movimiento se extendió hasta Tailandia, donde también se reportan severos daños, así como a varias ciudades de la provincia china de Yunnan.  

El epicentro del sismo se situó a 16 kilómetros de la ciudad de Sagaing, a una profundidad superficial de 10 kilómetros, seguido de más de 50 réplicas, la más fuerte de 6.4. El nivel de devastación obligó a las autoridades a lanzar un inusual pedido de ayuda internacional y a declarar estado de emergencia en las regiones de Sagaing, Mandalay, Magway, Shan, Naipyidó y Bago.   

No obstante, las labores de ayuda se complican, debido a que Myanmar arrastra una prolongada y sangrienta guerra civil, que ya ha generado una grave crisis humanitaria.