Tras detectar elevada presencia de metales pesados en el afluente de la Presa Madín, autoridades de Naucalpan, Estado de México, lanzan un llamado para determinar si el agua de esta cuenca es apta para el consumo humano.
La contaminación de la Presa Madín se incrementó por los lixiviados (jugos tóxicos) que emana el relleno sanitario de Tepatlaxco cuya montaña gigante de basura explotó los pasados 4 de julio y el 4 de agosto.
Cabe señalar que la Presa Madín abastece de agua potable a los municipios de Naucalpan, Tlalnepantla y Atizapán de Zaragoza, en la entidad mexiquense; se busca que su afluente fortalezca el abasto de la Ciudad de México.
Ante ello, la alcaldesa de Naucalpan, Angélica Moya Marín, urgió a la Comisión Nacional del Agua y a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, a tomar acciones urgentes para saber si el agua puede ser utilizada por la población.
