Más de 30 mil pacientes en Reino Unido, fueron expuestos a sangre contaminada con VIH y hepatitis.
Los datos se dieron a conocer recientemente al detallar que durante transfusiones y otros tratamientos médicos que comenzaron en las décadas de los 70 y 80, se empleó sangre y medicamentos contaminados por el National Health Service (NHS).
Trágicamente, muchas víctimas perdieron la vida debido a estos procedimientos.
Entre los casos más impactantes, se encontraron 122 alumnos hemofílicos, quienes recibieron sangre contaminada entre 1970 y 1987, de los cuales sólo 30 sobreviven actualmente.
Las transfusiones con sangre infectada continuaron hasta 1991, dejando un saldo devastador de alrededor de 2 mil 900 fallecidos, entre adultos y niños.
El escándalo reveló una negligencia impactante por parte de las autoridades de salud, que ha tenido consecuencias mortales para miles de personas.