Murió don Vicente Fernández

“En Paz Descanse. Vicente Fernández. Lamentamos comunicarles su deceso el día domingo 12 de diciembre a las 6:15 am. Fue un honor y un orgullo compartir con todos una gran trayectoria de su música y darlo todo por su público. Gracias por seguir aplaudiendo, gracias por seguir cantando. #ChenteSigueSiendoElRey”. Así se informó este domingo la muerte de Don Vicente Fernández, después de 4 meses de haber estado internado en el Hospital Country 2000 de Jalisco.

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Hoy cobra más sentido esa frase que cantó miles y miles de veces don Vicente Fernández, aquella donde advertía que él sigue siendo el rey… y es que, a pesar de la noticia triste sobre su muerte, el público lo recordará como uno de los máximos ídolos de la música mexicana, como el hombre que sin la necesidad de un micrófono podía llenar con su voz auditorios completos, y como el cantante que no abandonaba a su público, mientras los aplausos continuaran.

 

Él era Don Vicente Fernández, el que sigue siendo el rey. El hombre que nació el 17 de febrero de 1940 en Huentitán el Alto, en tierras jaliscienses. Su origen fue humilde… tanto, que desde niño se vio obligado a trabajar en diferentes oficios para ganar dinero y ayudar a su familia a sobrevivir… pero claro, como todos los niños, también guardaba una esperanza y una ilusión, y esa era convertirse en un cantante como ídolo, Pedro Infante, así que desde los ocho años aprendió a tocar la guitarra.

Lo que siguió fue una historia de perseverancia, de sacrificios, de ocuparse en diferentes oficios mientras aceptaba la invitación de cantar en los escenarios más improvisados y escondidos. También cantó en fiestas y restaurantes. Inclusive se presentó en un programa de televisión llamado “La calandria musical”, de Guadalajara. Al hablar sobre los inicios de su carrera, el charro contaba esto: “Y anduvimos trabajando mi papá y yo con el pico y la pala… y luego después fui pintor, después anduve lavando coches de sitio. El chiste era llevar dinero a la casa para mi madre y mis hermanas… yo decía ‘algún día, algún día yo voy a tener’”.

 

Los inicios del Charro de Huentitán en la música fueron difíciles. Los años 60 fueron complicados no sólo por el pago escaso, sino porque su mamá murió en 1963, y a los pocos días de eso nació su primer hijo, Vicente Jr. Así lo recordó: “Nació Vicente de seis meses, entonces lo llevaron a una incubadora, pero eran 150 pesos diarios en aquel tiempo y yo no tenía para pagar, y nos llevamos a Vicente a la casa y lo pusimos en un cuartito, botellas de agua caliente en un Moisesito, y con una lámpara con la que se calientan las carnitas”.

 

De hecho, don Vicente y su esposa, la señora Cuquita Abarca, como es conocida, pasaron tragos amargos al tratar de conformar a su familia. El ídolo de Huentitán platicaba sobre esto en diferentes entrevistas: “Tuvimos nueve hijos, nueve embarazos. Y de esos nueve se nos lograron cuatro. Por lo que te digo, el problema en la sangre de mi esposa”.

 

A pesar de todas estas dificultades, Vicente Fernández se mantuvo firme en su deseo de darle a su familia un techo digno. Y el resultado de su perseverancia y trabajo se vio reflejado en 1965 con sus primeras presentaciones en la radio capitalina. En 1966 tuvo su primer concierto en el Teatro Blanquita y firmó contrato con una disquera para lanzar el álbum llamado “El fabuloso Vicente Fernández”… además conoció a Raúl Velasco y su voz lo llevó a presentarse en programas de televisión. Así llegó la fama internacional que lo acompañó prácticamente desde 1971 hasta la fecha.

La trayectoria de don Vicente Fernández se puede contar en números. Por ejemplo, su carrera duró más de 50 años, vendió más de 75 millones de discos en todo el mundo, ganó dos Premios Grammy, 8 Grammy Latino, 6 Premios Billboard, develó una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood en 1998, fue el primer artista –en1984- en cantar para 50 mil personas en la Monumental Plaza de Toros México, grabó más de 100 discos y 700 canciones. También fue actor, y participó en más de 25 películas, siendo la primera “Tacos al carbón”, filmada en 1972.

 

Con todo esto, Don Vicente podía presumir de ser uno de los ídolos más famosos no sólo de México, sino de toda América Latina. Decir adiós a los conciertos no fue fácil, pero él decía que era necesario porque quería dedicarse a su esposa, a su rancho y a su familia.

 

El 16 de abril del 2016 hizo un repaso por toda su carrera ante 80 mil personas en el Estadio Azteca… la realidad es que la despedida no fue tan cierta, pues grabó más discos y acompañó en algunas presentaciones a su hijo, Alejandro Fernández, y su nieto, Alex.

 

En los últimos años de vida de Don Vicente también se hicieron presentes las enfermedades y algunos escándalos. El charro pasó por el cáncer de próstata, de hígado, trombosis, tres hernias centrales; y sobre los escándalos, el más reciente fue cuando lo criticaron porque habría tocado el pecho de una mujer que lo visitó en el rancho.

 

Al final, Don Vicente seguirá siendo el rey, y su público le seguirá aplaudiendo para escucharlo, aunque se extrañará su presencia en los escenarios.

 

Descanse en Paz. Don Vicente Fernández.