Llegó el 2 de febrero y el platillo típico en el Día de la Candelaria, son los tamales.
Actualmente hay una amplia variedad, se estima que existen alrededor de 500 desde los salados, dulces, al vapor o hasta gourmet.
Consumirlos en exceso puede representar un riesgo para la salud, ya que aunque la base es siempre el maíz, existen ingredientes que no son recomendables como la manteca, además de ser un producto que por su preparación, tiene un exceso de grasas saturadas.
Ante la amplia variedad de los ingredientes para el relleno, existen algunos que los expertos en nutrición consideran saludables y que pueden aumentar su valor nutritivo, sin hacer de lado la recomendación de consumirlos con medida.
Entre las características para que un tamal sea considerado nutritivo están:
Que contenga vegetales como jitomate, quelites, cilantro o rajas.
Que contenga proteína animal baja en grasa, como el pollo, los mariscos o el queso panela.
Que contenga proteínas vegetales, como los frijoles, habas, pepita de calabaza o champiñones.
De esta forma, entre los tamales más “saludables”, se puede considerar al tamal verde o rojo con pollo, el de frijol, el tamal de rajas con queso y otras preparaciones que contengan las características mencionadas.
Se sugiere evitar los tamales que no contienen ningún tipo de relleno saludable, como los dulces, que usualmente tienen pasas u otros rellenos como chocolate o mermeladas, además de colorantes. Los tamales con carne de res o cerdo se deben consumir de forma ocasional.
Evitar también consumir los tamales con bolillos, la clásica “guajolota”, ya que se incrementa en exceso el aporte de carbohidratos, lo que compromete los niveles adecuados de glucosa en sangre.
