El cuerpo que fue localizado por elementos del Grupo Beta en el cauce del Río Bravo, es de un migrante hondureño de 20 años de edad.
Así lo afirmó el Instituto Nacional de Migración, al detallar que su madre, con quien se encontraba en un albergue en Piedras Negras, Coahuila, identificó al joven por sus tatuajes.
El organismo explicó en un comunicado que “por el estado de descomposición del cuerpo que apareció flotando en las aguas del río Bravo, las autoridades de la Fiscalía General del Estado de Coahuila de Zaragoza no pueden confirmar su identidad hasta realizar un dictamen pericial de huellas, para cotejarlas con las que proporcione el Consulado de Honduras”.
Cabe señalar que se trata de uno de dos cuerpos que fueron localizados ayer en el cauce del río. El cadáver ubicado en la zona de boyas, aún no se ha identificado por la falta de documentos, así como de reclamación por parte de familiares.
