Tolerancia a la frustración en los jóvenes

Foto: S Autor SIphotography

La frustración es un sentimiento de impotencia que se experimenta ante una situación no deseada o a una expectativa no cumplida, y es muy común comenzarla experimentar desde tempranas edades, sin que por ello no se presente en diferentes etapas de la vida. Era un tema que se hablaba mucho en tempranas edades pero actualmente se presenta muy frecuentemente en los jóvenes.

 

¿Qué podemos hacer?

-Dejen que viva las pequeñas frustraciones de cada día, no se las eviten constantemente.

-Eviten una sobreprotección excesiva sin poner en riesgo su seguridad, pero déjenlo que experimente, que se equivoca.

-No le concedan todos los caprichos.

-Aumenten su autonomía personal: deben dejar que haga solo, sin su ayuda lo más que pueda por su persona. -Cuando llore o se enoje por pequeñas cosas que no se le cumplieron o no logró, no corran inmediatamente a consolarlo.

-No adivinen pensamientos, eviten concederle las cosas inmediatamente a que se las pida. (Unos zapatos, un viaje, teléfono).

-Díganle que “no” a aquello que no sea conveniente, sin dar demasiadas explicaciones.

-Utilicen con frecuencia la estrategia de “aquello… después de hacer esto”.

-Enséñenles que las actividades se comienzan, se realizan y se terminan.

-Haga de modelo en situaciones en las que ustedes se sientan frustrados: verbalicen sus pensamientos en voz alta y actúen adecuadamente, para que aprenda a actuar ante la frustración.

-Elogien los logros.

-Que las expresiones de frustración no cambien sus decisiones iniciales.

Es necesario que los jóvenes aprendan que no siempre se logra lo que se desea y que en ocasiones es necesario trabajar muy duro para conseguirlo, que los padres comprendamos que no por ofrecerle todo a nuestros hijos los estamos haciendo felices.

Con información de Alicia Rábago, Licenciada en Pedagogía, Maestra en Ciencias de la Orientación Familiar y Maestra en Educación, Neurocognición y Aprendizaje.