El esfuerzo económico indiviso de las familias y no tanto de la inversión por parte del estado, ha permitió a la mayoría de los profesionistas alcanzar empleos en el mercado formal.
La falta de infraestructura educativa, los efectos de las clases en línea derivado de la pandemia por COVID, la baja escolaridad de los padres y la pobreza son los principales ingredientes del rezago educativo.