Esta tradición cristiana nació a partir de la orden que emitió el rey Herodes de una matanza de menores de dos años en belén, mientras intentaba asesinar a Jesús de Nazaret, al enterarse de que se convertiría en el rey de Israel, de acuerdo con el evangelio de mateo en el nuevo testamento.
Con precisión no se conoce cuándo surgieron las bromas a partir de esta fecha; no obstante, a lo largo del tiempo se adoptaron, como pedir dinero prestado, realizar llamadas telefónicas y, desde la expansión del internet, crear noticias y mensajes falsos.