Los productos ultraprocesados se caracterizan por contener altas cantidades de azúcares, sodio y grasas, pero también incluyen colorantes alimentarios que pueden dañar la salud de los consumidores, especialmente de los infantes.

Estos aditivos son utilizados para modificar su apariencia y aroma, haciéndolos más atractivos a la vista de los clientes; es decir, su objetivo es antojar.

De acuerdo con el nutriólogo, Jorge Vargas, investigador de la organización civil El Poder del Consumidor, existen dos tipos de colorantes alimentarios: los naturales que pueden derivarse de vegetales, frutas o insectos; o los artificiales que son sintetizados en laboratorios y se les vincula con hiperactividad, inflamación intestinal, además de aumentar riesgo de padecer cáncer.

Estos son el Azul 1 y 2, el Rojo 3, el Caramelo 4 y el Amarillo 5:

“Vienen algunos de petróleo, de conjugaciones químicas, entre otros […] El Azul 1 lo podemos encontrar en gomitas, en bebidas azucaradas, en helados; el Rojo 3 lo podemos encontrar en dulces, mermeladas, en gomitas; pero el Caramelo 4 lo podemos encontrar en refrescos de cola, vinagres, salsas inglesas”, detalló a 88.9 Noticias.

Pese a la evidencia científica sobre los riesgos, en México no existen regulaciones que limiten su uso ni advertencias claras en el etiquetado de productos. En cambio, señaló que en Estados Unidos y en la Unión Europea han tomado medidas al respecto, especialmente con el Rojo 3, debido a su potencial riesgo de cáncer en estudios con animales.

“En los años 90, la FDA ya había restringido este tipo de colorantes en cosméticos, pero no fue hasta este año que decidieron regularlo para productos alimentarios. Cuando se utilice este tipo de colorante, se debe colocar una advertencia en la etiqueta del producto, pero en países como México los seguimos utilizando”, lamentó.

En enero de este año, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) anunció que está evaluando los riesgos del rojo 3, pero aún no se han tomado decisiones concretas.

Recomendaciones

El nutriólogo enfatizó en que lo ideal es que las marcas con estos productos emigren a aditivos naturales aunque “pierdan color”; sin embargo, los consumidores pueden detectar los productos más dañinos si contienen ingredientes difíciles de leer.

“Los colorantes los podemos identificar en la parte detrás, en el etiquetado. Y la recomendación más sencilla es si tiene más de 5 ingredientes ya es un producto ultraprocesado, y si estos no los podemos ni leer, pues es producto más dañino”, subrayó.