Aunque en los últimos meses disminuyó la sequía en el país gracias a las fuertes lluvias, no ocurrió lo mismo con el precio de algunas frutas que son fuente de vitamina C, que es esencial para fortalecer el sistema inmunológico durante el invierno.

Luego de realizar un recorrido por varios mercados populares del centro de la Ciudad de México, 88.9 Noticias corroboró que el costo de la papaya, fresa, toronja y piña, aumentó considerablemente; mientras que el de la naranja se mantiene elevado pese a que la temporada de cosecha está por iniciar. 

Y es que el kilo de papaya maradol se encuentra entre 40 a 60 pesos, la naranja entre  20 a 24 pesos, la toronja en 45  y la fresa hasta en más de 300 pesos.

Al respecto algunos comerciantes han optado por disminuir estas frutas en sus puestos para evitar pérdidas. Tal es el caso de la señora Angélica, del Mercado Martínez de la Torre, en la colonia Guerrero, quien ya solo pide 15 kilos de papaya para la semana.

Señaló que le explica a sus clientes que se encareció debido a la escasez porque el huracán  “Jhon” arrasó con dos mil hectáreas de cultivos en la costa de Oaxaca.

“Es la papaya, la piña porque ya no es la temporada y está super carísima la fresa. Ya no he traído, mejor dejé de venderla; cuando la vendía estaba en 120, ahorita está en 300 y pico pesos.

“La naranja la damos en 20. La papaya la estoy dando en 40, pero en otras partes está en 60 el kilo […] Es lo que me han comentado, que por los huracanes se afectó mucho la cosecha”, apuntó.

Con este contexto, la señora Laura, quien acudió al mercado para adquirir naranja, mandarina y papaya, dijo que aunque a nadie le guste pagar más por el alimento, hay que ser empáticos por la difícil situación que viven los productores del campo.

“Lleve cuatro toronjas y fueron 35 pesos, o sea que también ha subido. Lleve una papaya chiquita y fueron 26 pesos”

Sí tengo que comprarlo y aparte procuro vitaminarme bien, para que, precisamente, los cambios de temperatura no nos hagan daño […] Los mismo que pasó con la flor de cempasúchil en Xochimilco, que se inundaron, entonces sí hay que ser empáticos con la gente, porque al final del día ellos pierden”, agregó.

Pero los productores y personas de a pie no solo son las afectadas, también quienes tienen un negocio de jugos y cócteles.

Luis, quien tiene un local en el Mercado Dalia, en Santa María la Ribera, reconoció que las ventas han bajado. Pues para muchos tomarse un jugo de naranja “ya es un lujo” y prefieren desayunar otra cosa.

Afirmó que la papaya le llega de Michoacán, pero también se encareció por el problema de transporte e inseguridad en la región.

”El cóctel chico lo tengo en 40 y el medio de jugo de naranja en 35 pesos. (Si bajó las ventas) un poco, ahora sí que tomar un jugo ya es un lujo […] Prefiero mantenerla (papaya y fresa) y subirle un poco (al precio del cóctel). Lo que es comida vivimos de la vista y si le quitamos algo la gente piensa que se ve incompleto, que le hace falta algo”, concluyó.

La naranja, víctima de plagas

Según  la Asociación Nacional de Procesadores de Cítricos (Anaproci), este año fue particularmente difícil para la naranja, pues además de la sequía, el manejo del cultivo se complicó por una plaga causada por la bacteria Candidatus liberibacter asiaticus.

Enfermedades como el Huanglongbing (HLB) y un mal conocido como “amarillamiento” se han expandido por la mayoría de los sembradíos de Veracruz, uno de los mayores productores de este cítrico.

El esparcimiento de estas enfermedades provocó que muchos productores perdieran por completo sus cosechas, inclusive, algunos han optado por dejar morir sus árboles de naranja para cultivar otros productos con mayor resistencia a enfermedades y mejor rentabilidad.

Según datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, las principales entidades productoras de naranja son Veracruz, que aporta el 44 por ciento del volumen nacional; Tamaulipas, con 14 por ciento, y San Luis Potosí, con 8 por ciento, estados que en conjunto producen el 67 por ciento del total cosechado en el país.