En un ambiente digital donde la ortografía está en crisis, un grupo de periodistas mexicanos creó un sistema innovador que busca combatir este tipo de errores en internet, los cuales se aprecian exponencialmente en las redes sociales.
Así –en medio de esta pandemia por Covid-19– nació Postcorrecto, una empresa que tiene la misión de reducir la exposición de los usuarios del ciberespacio a cientos de miles de errores que imperan en la red y que las buenas prácticas de escritura reeduquen a los internautas.
“Nos dimos cuenta que las aplicaciones para corregir textos son básicas y –al no contar con inteligencia artificial– suelen tener graves errores de interpretación. Hasta la fecha, el método más eficaz y profesional para corregir y optimizar cualquier texto es el que utilizan los correctores de estilo, quienes conocen todas las normas de escritura de nuestro idioma. Sin embargo, para muchas personas puede resultar elevado el costo de su trabajo, así que desarrollamos una aplicación web que facilita el proceso para que más personas accedan a sus servicios”, explicó Ignacio Gómez Villaseñor, fundador y director general de Postcorrecto.
Postcorrecto –que inició operaciones este 4 de marzo– implementó un modelo en el que, a través de una suscripción, se otorgan créditos de corrección correspondientes a un número determinado de caracteres. De esta manera, no importa qué tan pequeño o extenso sea el texto que un usuario desee corregir, ya que cada crédito –o post– corresponde a 560 caracteres, por lo que se puede enviar a corregir un tuit, una publicación de Facebook, Instagram o LinkedIn o hasta un comunicado de prensa, correo electrónico importante, mensaje de WhatsApp, entre otros textos.
El directivo también reiteró que es muy sencillo utilizar el sistema, ya que sólo hay que ingresar a Postcorrecto.com, crear una cuenta y enviar los textos a revisión. De esta manera, estimó el director general de la empresa, será más fácil llegar a un mayor número de suscriptores, puesto que cada vez más personas están conscientes de los efectos negativos de la mala ortografía, por ejemplo, el menoscabo de la imagen de un periodista, político, empresa, influencer, celebridad o profesionista.
