Si bien el confinamiento derivado del COVID-19 trajo consigo una reducción en los delitos patrimoniales como robo a casa a habitación, los amantes de lo ajeno se las han ingeniado para hacer de las suyas, ya sea utilizando nuevos métodos o reviviendo algunos.
Tal es el caso de una falsa entrega para poder ingresar a los domicilios, hace algunos años se utilizó este método, principalmente en zonas residenciales, se llevaban flores, cajas ostentosas o canastas de fruta, una vez que salían a abrir, los delincuentes ingresaban al domicilio en cuestión.
En colonias populares el método era hacerse pasar por algún trabajador de luz, agua, teléfono o cable; Ahora es hacerse pasar por algún servicio de mensajería o venta en línea, no importa la zona, el modus operandi es igual, ya que la pandemia incrementó las compras en línea.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, emitió esta alerta a través de sus redes sociales, ante el incremento en las denuncias.
“En el momento en el que alguien abre la puerta los delincuentes ingresan al domicilio y someten mediante la violencia a las victimas para luego tomar las cosas de valor del lugar, los delincuentes pueden causar lesiones mediante golpes, armas de fuego o cuchillos”
Para evitar ser victimas de este tipo delito, la Inspector Jefe de la Policía de la Ciudad de México, Gaby Huerta, nos recomienda revisar cuando compramos algo el día en que llegará y bajo qué servicio de mensajería, por lo que tenemos que estar muy atentos, dejar esos datos a quien lo vaya a recibir, de igual modo en algunos casos se otorga una clave para corroborar que el mensajero es el correcto.
No obstante, si algo no nos cuadra, podemos solicitar el apoyo de la autoridad,
“La mayoría vienen con uniforme y camioneta rotulada, aunque se realizan muchas entregas en motocicletas o coches sin rotular, por lo que se les puede solicitar una identificación, el apoyo de la patrulla si consideran que la persona no les da confianza, no va uniformado o no se identifica correctamente”
En el caso de que digan que es un regalo, solicitar el nombre del destinatario y sobre todo del remitente para saber si es alguien conocido y llamar para corroborar la información, también para evitar nuestros datos caigan en malas manos, es necesario quitar y romper las etiquetas de los paquetes que recibimos.
