El Parkinson es considerada la tercera condición crónico-neurodegenerativa más frecuente, que de ser atendida oportunamente ayuda a reducir la discapacidad y retrasar su progresión.
Especialistas en Neurologia invitan a la población a informarse sobre la condición de párkinson para romper con los mitos que hay entorno a ella, pues situaciones como el miedo, estigma o falta de conocimiento dificultan el diagnóstico y tratamiento oportunos.
En el marco del Día Mundial del Parkinson que se conmemora cada 11 de abril, la Red Mexicana de Asociaciones de Parkinson, quien engloba a más de 10 asociaciones civiles a lo largo de la República, en conjunto con los especialistas de la salud, brindan información para desmentir los mitos más comunes que existen en torno al párkinson y sus tratamientos.
El párkinson, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, es la tercera condición crónico-neurodegenerativa más frecuente a nivel mundial; puede estar presente en 50 de cada 100 mil habitantes
Suele aparecer entre los 50 y 65 años de edad, pero se ha demostrado que hay algunas excepciones cada más frecuentes que suceden antes de los 40 años, también conocido como párkinson juvenil; no se trata de una condición contagiosa o hereditaria, sin embargo, es importante conocer el diagnóstico certero de un experto.
Margarita Vallejo, representante de la Red Mexicana de Asociaciones de Parkinson y Presidenta de la Asociación Mexicana de Parkinson A.C. comenta que “es importante generar conciencia en las personas de que existe esta condición, a través de información suficiente en torno a ella.
Entre los mitos y verdades más comunes en torno al tratamiento del párkinson se encuentran
1. La condición siempre empeora con el tiempo, por lo que no vale la pena tratarla:
Actualmente el párkinson no tiene cura, sin embargo, es importante recibir un tratamiento adecuado, pues este puede ayudar a controlar los síntomas y mejorar su calidad de vida. La terapia temprana y continua ayuda a retrasar su progresión de manera efectiva.
En las primeras etapas de la condición de párkinson, los síntomas pueden ser sutiles y difíciles de detectar, lo cual hace que el diagnóstico sea a menudo tardío.
Sin embargo, si se logra este objetivo a tiempo, se puede comenzar un tratamiento integral que incluye medicamentos, terapia física o tecnología médica, lo que puede ayudar a retrasar la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida del paciente.
2. La medicación es la única forma de tratar el párkinson:
El Dr. Carlos Martínez, neurólogo especialista en párkinson y trastornos del movimiento, comenta que “si bien la medicación puede ser una parte importante del tratamiento del párkinson, también hay otras opciones de tratamiento, como la terapia física, ocupacional y del habla, así como la cirugía; por ello tener un tratamiento integral implica también abordar los síntomas no motores, como la depresión, la ansiedad, los trastornos del sueño y los problemas de memoria y cognición”.
El párkinson no tiene una cura, sin embargo, se puede ofrecer un tratamiento integral, pues la suma de fármacos, terapias como el ejercicio, el yoga, o incluso la asistencia a terapia psicológica pueden representar una gran mejoría en las etapas iniciales de la condición.
En caso de presentar un avance aún mayor, existen otras opciones innovadoras como la terapia de estimulación cerebral profunda (DBS, por sus siglas en inglés), la cual puede ayudar a controlar de manera significativa los síntomas motores.
3. Sobre la cirugía cerebral como alternativa de tratamiento:
Lo cierto es que la cirugía cerebral, como es el caso de la estimulación cerebral profunda, puede ser un tratamiento efectivo para algunas personas que viven con párkinson.
El Dr. Jesús Fonseca Cosío, especialista en neurocirugía funcional, afirma que “con apoyo de los neurólogos y más especialistas, se busca ofrecer alternativas de vanguardia como la estimulación cerebral profunda ante una condición de vida que puede resultar complicada; el objetivo siempre es dar las mejores alternativas y considerar la tecnología médica permite tener un panorama distinto ante esta condición crónico-neurodegenerativa.