Rusia reforzó su ofensiva militar contra Ucrania y, por tercera vez en seis días, lanzó nuevos bombardeos con drones de fabricación iraní sobre Kiev, capital ucraniana, y sus alrededores.

Los principales daños se centran en el sistema energético, por lo que Ukrenergo, operador nacional de electricidad en Ucrania, anunció cortes eléctricos en 11 regiones del país, entre estas Kiev.

En pleno invierno, con temperaturas bajo cero, la escasez de energía se agrava por la falta de generación en la central nuclear de Zaporiyia, donde las seis unidades están fuera de servicio.

Sobre el conflicto, António Guterres, secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), descartó la posibilidad de que Rusia y Ucrania mantengan negociaciones de paz en un futuro cercano.

La ONU también calculó que la ofensiva militar en Ucrania ha cobrado la vida de más de 400 menores y ha dejado con heridas a más de 700, además de que hay 7.5 millones de niños y niñas que están en grave peligro de sufrir daños físicos y emocionales, así como el desplazamiento de sus hogares.

Por su parte, el presidente ruso, Vladímir Putin, viajó a Minsk, capital de Bielorrusia, donde se reunió con su homólogo de ese país, Aleksandr Lukashenko y sin dar fecha, anunciaron que unidades militares rusas efectuarán ejercicios tácticos en Bielorrusia, país fronterizo con Ucrania.

Este encuentro tuvo lugar en una semana decisiva para la futura estrategia militar en Ucrania, cuyas autoridades temen una nueva ofensiva desde territorio bielorruso.