Rusia bombardeó varias ciudades de Ucrania, entre estas Kiev, la capital, y acusó oficialmente a los servicios secretos ucranianos de la explosión en el puente que une a la región anexionada de Crimea con Rusia.

El presidente ruso, Vladimir Putin, calificó el hecho como un “acto terrorista” contra una infraestructura civil de importancia crítica para Rusia, en el que también participaron ciudadanos rusos y países extranjeros.

En este sentido, informó que ya establecieron la ruta del camión que explotó, el cual pasó por Bulgaria, Georgia, Armenia, Osetia del Norte y Krasnodar.

Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, pidió a los ciudadanos no abandonar los refugios y cuidarse a sí mismos y a sus familiares.

Les pidió ser fuertes en el día 229 de la invasión a gran escala con la que Rusia busca, aseguró, borrar a Ucrania de la faz de la tierra.

Como resultado de los ataques antiaéreos rusos contra Kiev y otras ciudades clave, como Zaporiyia y Leópolis, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) anunció una “pausa temporal” en sus actividades en Ucrania hasta que la situación de seguridad lo permita.

Los bombardeos, que han dejado al menos una decena de fallecidos y casi un centenar de heridos, han sido repudiados por la comunidad internacional.

Se trata del primer ataque a Kiev en meses; el último ocurrió el 26 de junio pasado.