Se repite la historia y reportan la muerte de otro oso negro.
Ahora, los hechos se registraron en Cumpas, Sonora, donde pobladores sacrificaron a un ejemplar de esta especie protegida, tras causar pánico y desesperación en la comunidad.
Videos en redes sociales muestran al animal que corre despavorido por el pueblo, a donde ingresó en busca de agua y comida. También se difundieron imágenes en las que se observa al joven ejemplar ya sin vida.
El presidente municipal de Cumpas, Diego Urías Valera, se deslindó de tan lamentable hecho y aclaró que él no dio la orden de matar al animal, en tanto que la Dirección de Protección y Bienestar Animal de Sonora informó que ya investiga lo ocurrido.
Este hecho ocurrió a un mes de que pobladores del municipio de Castaños, Coahuila, privaron de la vida a una osezna que capturaron y amarraron hasta la asfixia. Siete personas, entre ellas cinco policías municipales, fueron vinculadas a proceso por crueldad animal, encubrimiento y omisión, delitos que no ameritan la prisión preventiva.