El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, declaró emergencia por el uso de armas de fuego, convirtiéndose en el primer estado de Estados Unidos en adoptar una medida de esta naturaleza.
También firmó dos legislaciones para limitar su venta y responsabilizar a los fabricantes de armas de las consecuencias de los actos cometidos con las mismas, con lo que se pone fin a su inmunidad frente a demandas legales.
La medida considera a la violencia con armas de fuego en Nueva York como una crisis de salud pública y permite canalizar recursos del estado a las comunidades más afectadas para hacer frente al problema de manera inmediata.
Y es que a decir del gobernador Cuomo, hay más gente que muere por armas de fuego y criminalidad que por Covid-19. “Es un problema nacional que debemos afrontar, porque de eso depende nuestro futuro”, dijo.
Entre otras cosas, la estrategia establece la creación de una oficina de prevención de violencia con armas de fuego; el intercambio de información con las comisarías para ubicar las zonas más problemáticas; una inversión de más de 138 millones de dólares en programas de intervención y prevención y la actuación de una nueva unidad policial que combatirá el contrabando ilegal hacia el estado.
Recordar que pasado 23 de junio, el presidente Joe Biden también presentó medidas para limitar las armas de fuego, pero a nivel federal, el Congreso está muy dividido sobre el tema.
