Si bien los efectos emocionales en los pequeños en este tiempo de pandemia pueden variar, ya que depende en gran medida de su entorno; los problemas de ansiedad, tristeza, miedo así como el desinterés en el juego ha ido en aumento, además de presentar afectaciones en el neurodesarollo.
“De manera general se está observando en los niños, que los sentimientos de miedo, tristeza y ansiedad han ido aumentando. A pesar de que ellos lograron como cierto proceso de adaptación, especialmente en materia escolar, hay momentos en donde los estados de ansiedad y crisis emocional aumentan”, destacó Marlene Calderón Morales, maestra en rehabilitación y diagnóstico neuropsicológico.
Por ello, ahora los papás observan a los niños “más llorones, más reactivos, y con ciertas regresiones, en que el niño ya lograba hacer cosas de manera independiente y ahora necesita más supervisión, más apoyo”.
“Los problemas de sueño es algo cada vez más frecuente, el desinterés por jugar, incluso los juguetes ya no les son tan atractivos”, debido en mucho al “apego a los dispositivos electrónicos, y eso también los despega de la actividad que corresponde a la infancia como es el juego”.
También se presentan las somatizaciones de las emociones a través de dolores de cabeza, dolor de cuerpo y de estomago, refirió la también coordinadora del Centro de Atención Neuropsicopedagógica (CRECER), Calderón Morales.
