Se trato de un crimen de estado y cubrieron la complicidad de autoridades y delincuentes

Los estudiantes de la Normal Isidro Burgos fueron arteramente ultimados y desaparecidos, informó el sub secretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, luego de reunirse con los familiares de los estudiantes no localizados. Ha quedado demostrado, enfatizó; que se trató de un crimen de estado y que la llamada verdad histórica fue una acción concertada del aparato organizado de poder desde el más alto nivel del gobierno.

“Que al filo de las 22:45 horas del 26 de septiembre de 2014, tras los hechos de violencia y la persecución, se dio la orden de desaparecer a los estudiantes. Se confirma la identificación de 3 de los 43 estudiantes desaparecidos, que no hay indicio alguno de que los estudiantes se encuentren con vida, por el contrario, todo los testimonios de evidencias acreditan que estos fueron arteramente ultimados y desaparecidos”.

Alejandro Encinas, aseguró que la investigación no concluye sino que continúa hasta saber lo que sucedió la noche del 24 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero, con los 43 normalistas de Ayotzinapa.

Encinas expuso que ha quedado demostrado que se trató de un crimen de estado y que la llamada verdad histórica fue una acción concertada del aparato organizado de poder desde el más alto nivel del gobierno, que ocultó la verdad de los hechos y alteró las escenas del crimen para esconder los vínculos de autoridades con grupos delictivos y la participación de agentes del estado.

Agregó que se han solicitado 33 órdenes de aprehensión en las cuales están involucrados diversos funcionarios pero aclaró que Enrique Peña Nieto no está en esa lista de momento.

Antes de que se llevara a cabo la conferencia para compartir estos datos, el sub secretario se reunió con los familiares de los normalistas y les dio a conocer que el Ejército mexicano tenía un infiltrado en la Normal Rural Isidro Burgos que informaba sobre las reuniones y las asambleas pero que también desapareció, se trata del soldado Julio César López Patolzin que estaba bajo el mando del teniente de infantería Marcos Macía Barboza del 27 Batallón. En ese caso el Ejército no aplicó el protocolo para militares desaparecidos porque de lo contrario, aseguró, a él y a los normalistas, se les habría protegido y buscado.

En cuanto a los testigos, se informó que en el proceso de investigación han fallecido o han sido ejecutadas 26 personas clave para la obtención de información. En el caso de Tomás Zerón de Lucio, exdirector de la Agencia de Investigación Criminal, fue contactado a principios de este año en Tel Aviv, 2022 y se le ofreció un criterio de oportunidad que no aceptó, lo cual significa que no quiso acogerse a alguna figura que lo proteja y colaborar con la información.

Los padres de los normalistas, luego de escuchar el informe, en el que también estaba el presidente de México, se retiraron de Palacio Nacional, si dar declaraciones.