La reducción del 11 por ciento del presupuesto para este 2021 del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) profundizará las brechas de desigualdad en el país, ya que es la principal estrategia del nuevo gobierno para atender a la población sin seguridad social.
“La universalidad, este objetivo tan importante que a todas las personas se nos garantice nuestro derecho a la salud, no se va a lograr con las asignaciones presupuestarias que está haciendo esta administración”, expuso Haydeé Pérez Garrido, directora de la organización Fundar, al participar en el IIII Cumbre Nacional de Gobierno Abierto que organizó el el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI)
Según estimaciones de expertos, dijo, se requeriría cerca del 3 por ciento del PIB solo para el INSABI para lograr atención universal. Sólo se está destinando el 2.6 por ciento para todo el presupuesto de salud.
Finalmente, destacó que el presupuesto del INSABI es 27 por ciento más bajo que el del Seguro Popular en 2014, es decir que “en términos reales no hay progresividad del gasto en la estrategia principal del gobierno”.
