Se cumplen 279 días de la invasión rusa en Ucrania, donde no cesan los bombardeos ni los ataques por tierra.
Las tropas rusas han ingresado hasta el centro de Mariinka, importante bastión ucraniano a unos 20 kilómetros al este de Donetsk, mientras que en Kiev, la capital, las autoridades hacen lo posible por mantener el suministro eléctrico y de gas, tras los recientes y constantes ataques rusos a la infraestructura energética.
Países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) aseguraron que seguirán apoyando a Ucrania el tiempo que sea necesario, por lo que prometieron más armamento y materiales para restaurar los servicios básicos.
Estados Unidos anunció el envío urgente de un paquete de ayuda por 53 millones de dólares para que el Gobierno de Kiev pueda mantener el suministro eléctrico, el cual consiste en transformadores y otros equipos para producir electricidad o reparar el sistema dañado por los misiles rusos.
Por su parte, Alemania, que preside actualmente el G7, calificó como “crimen de guerra” la destrucción sistemática de la infraestructura energética ucraniana, por lo que instó a los países que conforman el bloque y que se reunieron en Berlín, hacer todo lo posible para que no queden impunes.
A la reunión fue invitado el fiscal general de Ucrania, Andriy Kostin, quien hizo un nuevo llamado para crear un tribunal especial que juzgue los crímenes perpetrados por Rusia desde la invasión a su país, donde se han documentado unos 50 mil casos.
