Necesario educar en valores y adaptarse a los cambios: La Salle

Foto: Manuel Hernández/Grupo ACIR

La evolución de la sociedad mexicana se ha generado principalmente gracias a la educación, actividad en la cual la Universidad La Salle ha colaborado intensamente desde hace 60 años para formar profesionales con valor que trasciendan en la evolución y desarrollo de nuestro país.

Aseguró el Rector de La Salle, José Francisco Flores Gamio, quien puso de manifiesto la relevancia de la educación y su vinculación con la salud, la tecnología y la inclusión, además de generar espacios para reconocer la trayectoria de miembros de la comunidad, quienes han aportado desde diferentes ámbitos a la transformación de nuestro país.

“Con el mismo compromiso de educar con valores desde hace 60 años, en La Salle hemos formado a más de 88 mil profesionales con un sentido integral con innovación, responsabilidad social y sentido humano. Por ello, ahora con 15 Universidades, 46 mil estudiantes activos, ocho mil colaboradores y 235 programas de estudio, seguiremos cambiando la vida y los valores del país”

En este sentido señaló que son 5 principales desafíos que marcan el futuro de la educación superior a nivel mundial, y resaltó las acciones que ha llevado a cabo la institución desde años previos para enfrentarlos:

  1. Consolidación de la investigación
  2. Capacitación continua y con visión tecnológica
  3. Internacionalización de la educación.
  4. Carreras del Futuro
  5. Liderazgo en la nueva normalidad

Debido a los constantes cambios en la sociedad nacional e internacional, las universidades entendieron la importancia de desarrollar líderes resilientes e integrales. El liderazgo se ha vuelto una condicionante esencial para las organizaciones laborales y sus estrategias en el corto, mediano y largo plazos.

En este sentido, desde su fundación La Salle ha forjado profesionales con valor y liderazgo personal e integral, resilientes ante todos los retos de la vida. La institución genera una educación en y para la vida, basada en una pedagogía de la fraternidad, encaminada hacia la sostenibilidad como condición de posibilidad, que permite atender la compleja realidad, con sus retos y problemas, promoviendo así la transformación social hacia ciudadanos críticos y responsables.