Fabricar y usar ropa de algodón pueden reducir el impacto ambiental, afirma experto Jesse Daystar

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Incrementar el uso del algodón en la industria de la moda y que el consumidor tome conciencia del beneficio que representa usar ropa de fibras naturales, son dos acciones concretas que pueden reducir el impacto al ecosistema, dice Jesse Daystar, vicepresidente y jefe de la oficina de sustentabilidad de Cotton Incorporated y experto en el tema.

Hace unos días se celebró el Día Mundial del Algodón, y en el marco de esta fecha, Daystar se refiere a la importancia de hacer cambios en los usos y costumbres, que además vayan de la mano de una filosofía comprometida con el medio ambiente.

“Mi trabajo es la investigación y la promoción del algodón, con la intención de aumentar su demanda y utilidad”, dice el ejecutivo. Y agrega que con la labor que realizan desde Cotton Incorporated se han encontrado “soluciones en toda la cadena de abastecimiento del algodón, desde el productor, el fabricante y el vendedor. Esto demuestran que la sustentabilidad de la fibra la hace única y una gran opción”.

Y lo que más llena de satisfacción por el trabajo que realiza Jesse Daystar es que cada día son más las personas que han optado por consumir ropa de algodón creando una concientización en la problemática.

“Hay un mayor entendimiento frente a esta moda rápida y sus impactos ambientales, que en los últimos tiempos han generado un deterioro al ecosistema”, afirma.

También destaca que en todo el mundo marcas importantes están asumiendo nuevos modelos de negocios, en relación a que sus prendas sean más sustentables y tengan una mayor utilidad”.

Mencionó que hay fabricantes que están lanzando al mercado prendas que son biodegradables strech, y que además se pueden convertir en composta. “Es una manera innovadora de aprovechar la fibra; pues además de ser una prenda duradera tiene la posibilidad de circularidad; es decir que la fibra de algodón, regresa a su origen, la Tierra”.

Finalmente, Jesse Daystar destacó la necesidad de que las marcas adopten filosofías para frenar el deterioro ambiental, usando una fibra tan accesible como el algodón que, contrario a lo que sucede con el polyester, desecha micropartículas que sí son biodegradables.

Cabe mencionar que de acuerdo a un reciente reporte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), actualmente existen 51 billones de partículas de mico plásticos en los océanos y, de acuerdo a estadísticas, más de 11 millones de toneladas de plásticos llegan a los mares y ríos.