En la época post pandemia, la educación en línea dejó de ser una opción temporal, y se convirtió en un modelo clave en América Latina y el Caribe.
Así lo destacan datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), quien señala que el cierre de escuelas y universidades por la pandemia de Covid-19, obligó a las autoridades y a las instituciones educativas a adoptar las clases virtuales.
Este organismo, señala que este nuevo modelo educativo ha permitido tomar clases sincrónicas, con interacciones en tiempo real entre alumnos y docentes, así como la modalidad asincrónica, es decir, el acceso a videos, textos y ejercicios disponibles las 24 horas sin horarios fijos.
Dicha flexibilidad ha permitido que el 95 por ciento de los estudiantes de la región estén satisfechos con el modelo de educación en línea.
El organismo agregó que en el caso de México, la deserción en la educación presencial ronda el 70 por ciento, mientras que en la educación en línea se reduce en un rango de entre 24 y 45 por ciento, debido a que hay menos presión de horarios, gastos, materiales, traslados y a que permite una mejora sustancial en la retención de estudiantes.
En tanto datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), indican que con la pandemia el 92 por ciento de los ministerios de educación de América Latina y el Caribe lanzó plataformas digitales para evitar un colapso académico, sin embargo, la educación en línea siguió creciendo en 10 por ciento anual desde 2019, hasta el 2024, y se espera que se mantenga hasta 2026, con la aparición de distintas instituciones educativas y plataformas de estudio con oferta virtual.