Incendio consume El Amazonas

Foto: pedarilhos – Adobe Stock

Las llamas consumen la selva amazónica de Brasil, considerada como el pulmón del planeta.

El voraz incendio inició hace 16 días y el humo afecta a los estados de Rondonia, Mato Grosso, Mato Grosso del Sur y Acre, donde se reporta un incremento en los problemas respiratorios entre la población y ponen en riesgo el tráfico aéreo.

El humo ya llegó a Sao Paulo, ciudad ubicada a más de tres kilómetros de distancia, y alcanza la triple frontera entre Brasil, Bolivia y Paraguay.

Imágenes satelitales muestran al estado de Roraima, en el norte de Brasil, cubierto de humo, mientras que en Amazonas ya se declaró emergencia.

El presidente Jair Bolsonaro acusó a organizaciones no gubernamentales de provocar los incendios después de que su gobierno les retiró la financiación, al considerar que representan intereses ajenos al país.

Por su parte, ecologistas responsabilizaron al presidente brasileño de la deforestación de la selva y denunciaron que el aumento de los incendios puede ser producto de la acción de hacendados y empresarios que, apoyados por las políticas oficiales, hayan decidido avanzar sobre la selva para extender sus plantíos, sumado a la reducción del presupuesto e infraestructura a organismos ambientales.

En tanto, científicos aseguran que la selva tropical ha sufrido pérdidas a un ritmo acelerado desde que Jair Bolsonaro asumió el cargo en enero pasado.

Brasil sufre la mayor oleada de incendios de los últimos cinco años. Los incendios forestales son frecuentes durante la temporada seca, pero también pueden iniciarse deliberadamente con el fin de deforestar ilegalmente las tierras para la cría de ganado.

Cifras preliminares del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales para 2019 indican que las advertencias de deforestación en la Amazonia brasileña se dispararon 278 por ciento en julio, en comparación con el mismo mes de 2018.

Además, de enero a la fecha se han registrado 72 mil 843 incendios en la selva amazónica, lo que representa un aumento de alrededor de 83 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2018.

La Amazonia es la selva tropical más grande del mundo y una reserva vital de carbono que ralentiza el ritmo del calentamiento global.

En ella habitan un millón de personas pertenecientes a poblaciones indígenas y alrededor de tres millones de especies de plantas y animales.