El pretender utilizar el dinero de las cuentas bancarias supuestamente abandonadas o inactivas para apoyar las tareas de seguridad o programas sociales es aceptable, sin embargo lo senadores deben revisar a fondo y con mucho cuidado los cambios y reformas al artículo 61 de la Ley de Instituciones de Crédito para evitar que paguen justos por pecadores, afirmó el economista Mario Di Costanzo a los micrófonos de Panorama Informativo.
“Me parece que es una reforma hecha sobre las rodillas que no necesariamente va ayudar puede perjudicar a muchos más usuarios, tenemos que ser muy conscientes de esto y tomar las medidas necesarias para que no se esté castigando usuarios inocentes o a usuarios que no han podido mover una cuenta porque tienen algún problema”.
Explicó que una cuenta bancaria que no reporta movimiento no significa que pueda estar abandonada.
“Una cuenta que no tenga un beneficiario de un padre de familia que llega a fallecer y no dejó un beneficiario, pues a lo mejor lo lógico es que se pensará que la cuenta es para la esposa o para los hijos pues si no hay beneficiario lo que se tiene que hacer es un juicio testamentario; puede darse otro caso en donde la cuenta sean de migrantes que no están en México y que no pueden regresar por miedo a su situación migratoria; puedo ser yo beneficiario de una cuenta sin saber que soy beneficiario de esa cuenta y por eso no he hecho ningún movimiento”.