La agencia calificadora
Moody’s Ratings cambió la perspectiva de las calificaciones del Gobierno de México de estable a negativa aunque ratificó su calificación en “Baa2”.
El cambio de perspectiva se debe al debilitamiento del marco institucional y de formulación de políticas que podría socavar los resultados fiscales y económicos del país.
La ratificación indica que el perfil crediticio de México sigue beneficiándose de una economía robusta y diversificada, así como del nearshoring.
La posición fiscal del gobierno se debilitó en 2024 con la ampliación del déficit a más del 5% del PIB, representa una desviación con respecto a un historial de bajo déficit, independientemente de las presiones económicas.
Moody’s Ratings advirtió que la reforma constitucional de México podría debilitar los controles y equilibrios del sistema judicial, con un posible impacto negativo en la fortaleza económica y fiscal del país.
Así mismo destacó que existe una mayor probabilidad de que los pasivos contingentes derivados de Petróleos Mexicanos se materialicen en el balance del gobierno y, al mismo tiempo, no restablezcan la sostenibilidad de la deuda a largo plazo de Pemex y, por lo tanto, mantengan los riesgos fiscales para el gobierno.
Cabe recordar que México está a dos escalones de perder el grado de inversión con las agencias Moody’s y Standard and Poor’s, mientras que está a un escalón de perder el grado de inversión con Fitch.