Foto: FAO MEXICO
Para la FAO avanzar en la aprobación en el Congreso de un etiquetado frontal de advertencia podría reducir el consumo de productos altos en grasas saturas, sal y azúcares, ya que se ha comprobado en países como Chile, sin embargo, advirtió que debe acompañarse de otras políticas públicas como la reducción en el precios de los alimentos saludables y nutritivos.
En el marco de la celebración del Día Mundial de la Alimentación, Lina Pohl, representante de FAO México, destacó que el punto es que la industria cambie “los componentes de los productos, no se trata que no haya productos de esa naturaleza, se trata que no sean altos en azúcares, sodio, en grasas saturadas, de comer más sano, porque el impacto que tiene en la salud es enorme, en término de las enfermedades y del costo de la salud que al final la pagamos los ciudadanos, por eso esas políticas son necesarias y son varias, no sólo el etiquetado frontal, también el tema de los impuestos, el fortalecimiento de los productores, y la investigación científica”.
Por ello, destacó que “nadie dice que no deban existir, que existan pero que sus componente sean sanos y que el consumidor sepa lo que está comiendo”, y si lo elije es su responsabilidad.
