El Gobierno de Estados Unidos cerró su frontera con México, en la zona de Del Río, Texas, en un intento por detener la entrada de migrantes haitianos.

Las autoridades norteamericanas también comenzaron con la repatriación de algunos de esos indocumentados, quienes se encuentran en el lugar, donde instalaron un campamento en busca de ingresar al país vecino.

Muchos se han asentado bajo un puente en Del Río, una ciudad en la frontera entre Texas y México, con el argumento de que no pueden regresar a Haití debido a la inestabilidad política y social en su país.

Unidades del Departamento de Seguridad Pública de Texas se apostaron y agentes colocaron una cinta amarilla para impedir el paso hacia una represa que los migrantes estaban usando para cruzar hacia territorio estadounidense, desde Ciudad Acuña, Coahuila, a Del Río, Texas.

Se estima que se realizarán entre cinco y ocho vuelos diarios de repatriación, aunque esto dependerá de la capacidad operacional y la aprobación de los aterrizajes por parte del gobierno haitiano.