Muchas veces a faltar de lugar o por tener prisa, comemos de pie, sin embargo, esto puede no ser bueno para la salud.
De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Chester, en Reino Unido, comer de pie, hace que mastiques la comida más rápido, y por ende, se traga más aire, lo que podría derivar en peores digestiones y menor sensación de saciedad.
Tanto por el hecho de tragar aire como por que la postura estirada no mantiene el estómago comprimido como sí lo hace la sentada, el caso es que parece ser que las personas que comen de pie tienen a hacerlo en mayores cantidades, según varios estudios. Las personas que comen sentadas, curiosamente, se sienten saciadas antes.
Señala que la mejor manera de no sufrir indigestiones y tener buena salud intestinal es saborear cada bocado, estar pensando en lo que comemos y no en otras cincuenta cosas, y parar un momento para desconectar. Pero si comemos de pie, todo eso es difícil.
Cuando comemos de pie no registramos realmente lo que estamos haciendo, comemos más rápido y más cantidad.
¿Cuál es la mejor postura para comer?
Sin duda, comer sentado en una posición ergonómica, donde los pies estén apoyados por completo en el suelo, las rodillas y los hombros reflexionados en 90 grados y la espalda recta.
Además de la postura, el lugar también importa mucho. Evita lugares con mucho ruido y distracciones que roben tu atención. En vez, elige un sitio agradable y tranquilo donde tus cinco sentidos sean conscientes de los alimentos a degustar.
Por último, también es importante cómo comer. Se debe hacer despacio, masticando muy bien y saborear cada bocado a través del olor, sabor o la textura. Tras masticar, socialízate con el resto de miembros de la mesa para disfrutar la ocasión con una interesante conversación. De esta forma también comerás más lentamente.