El papa Francisco envió un mensaje a los habitantes de Aguililla, Michoacán, ante la violencia, inseguridad y asedio del crimen organizado, que se vive en la zona.
A través de una carta enviada al obispo de Apatzingán, aseguró a los afectados que no están solos y les pide confiar en Dios.
La misiva fechada el 11 de junio pasado en la ciudad de Roma, dice al obispo de Tierra Caliente que ha tenido noticias de los grandes sufrimientos causados por los violentos enfrentamientos entre bandas rivales de narcotraficantes.
Lanzó un llamado a los fieles para no tener miedo de contrarrestar la violencia con amor, misericordia y perdón. Agregó que pedirá en sus oraciones por los responsables de tanta muerte y desolación, además del bien común para erradicar el crimen y la impunidad.
