El Ejército ruso continúa sus ataques contra la acería Azovstal, lo cual coincide con la tercera etapa de evacuación de civiles ucranianos por parte de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y el Comité Internacional de la Cruz Roja.
Casi 500 personas han sido sacadas de Azovstal, Mariúpol y los alrededores, pero aún falta por rescatar a unos 200 civiles.
Ucrania acusa a Rusia de mantener su ofensiva con el objetivo de tomar la planta metalúrgica, mientras que el Kremlin asegura que se ha limitado a atacar las posiciones de los combatientes ucranianos que intentan ganar terreno aprovechando la evacuación de civiles.
Ucrania también denunció que Rusia tiene planes de declararle la guerra el 9 de mayo, coincidiendo con el Día de la Victoria sobre la Alemania nazi.
En este contexto, Denys Shmygal, primer ministro ucraniano, aseguró que más de la mitad de su territorio, equivalente a una superficie de 603 mil 700 kilómetros cuadrados dentro de sus fronteras reconocidas, está contaminado con minas o proyectiles sin explotar y limpiarlo llevará años.
En su más reciente informe sobre las víctimas no militares del conflicto, la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos elevó a 3 mil 309 los civiles que han muerto y a 3 mil 493 los que han resultado heridos desde el inicio de la invasión de Rusia a Ucrania, ocurrida el 24 de febrero pasado.
Entre las víctimas mortales se encuentran 234 niños, mientras que 330 menores de edad fueron lesionados.