El operativo en Culiacán sirvió para demostrar vocación pacifista. AMLO

Foto: Presidencia de México

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dice que una masacre ordenada por el gobierno, es una mancha que no se quita.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo que lo sucedido en Culiacán, Sinaloa, sirvió para reafirmar su vocación pacifista, pese a las críticas, porque una masacre ordenada por el presidente es una mancha que no se quita ni con toda el agua de los océanos.

Con ello el mandatario se refirió a la decisión que tomó con relación al operativo que se llevó acabo la semana pasada en Culiacán, Sinaloa, con el que no se presentó ante las autoridades competentes al hijo del Chapo Guzmán llamado Ovidio Guzmán.

“Que los opositores digan que faltaron pantalones, que nos humillaron, que se débito del gobierno”, la realidad, dijo López Obrador; es que eso no es nada en comparación con un señalamiento de ordenar un exterminio.