En su primera aparición pública después de las violentas manifestaciones del miércoles pasado en el Capitolio, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que el intento de llevarlo a juicio político es un “tremendo peligro” y está causando “una tremenda ira”.

Ante periodistas en el jardín sur de la Casa Blanca, el mandatario norteamericano dijo que el proceso es una continuación de la mayor cacería de brujas en la historia de la política y lo calificó como ridículo.

Cuestionado sobre si contemplaba la posibilidad de renunciar, ocho días antes de que concluya su mandato, evitó responder de manera directa, pero aseguró que no quiere más violencia.

En relación sobre su posible responsabilidad al haber instigado a sus simpatizantes a marchar al Capitolio, Donald Trump dijo que su discurso fue “totalmente apropiado”.

Sus declaraciones se produjeron un día antes de integrantes de la Cámara de Representantes voten para acusarlo por segunda vez.