Con el propósito de reducir las aglomeraciones en Centro de la Ciudad de México, las autoridades implementaron nuevas medidas, como el cierre de calles a la circulación vehicular. Para los peatones se dividió la acera para que de un lado ingresen y del otro salgan del primer cuadro de la capital del país.
También se reparte gel antibacterial y se les recuerda que deben mantener la sana distancia, pero cuando uno deja la parte turística y comercial y se interna hacia la zona de Tepito, la Lagunilla, Mixcalco o la Merced, la realidad es otra.
Ahí ya no vemos calles dividas o cerradas, entrega de gel antibacterial, ni mucho menos un solo sentido para el paso peatonal. Por el contrario, incluso se ve a comerciantes informales invadiendo el carril confinado para el transporte público.