En las últimas semanas, la frontera sur de México ha sido testigo de un notable incremento en el número de caravanas migrantes, un fenómeno que ha alarmado a organizaciones como Médicos Sin Fronteras (MSF).
Entre el 24 de septiembre y el 8 de noviembre, MSF brindó asistencia a ocho caravanas, que en conjunto sumaron alrededor de 5 mil personas, seis de ellas ocurridas solo en las últimas semanas, según datos de MSF.
Las condiciones para los migrantes en tránsito son cada vez más difíciles, pues enfrentan problemas de salud como enfermedades y trastornos derivados del estrés. Ante esta situación, MSF ha intensificado su apoyo en los estados de Chiapas, Oaxaca y Veracruz, ofreciendo consultas médicas móviles para aliviar la carga de quienes se desplazan hacia el norte del país en busca de mejores condiciones de vida.
El aumento de las caravanas responde a varios factores, entre ellos, la lentitud en los trámites legales, la dificultad para solicitar refugio en México y las complicaciones con la aplicación ‘CBP One’ para solicitar asilo en Estados Unidos. Esta situación ha llevado a muchos migrantes a unirse en grandes grupos como una medida de protección frente a la violencia.
MSF hizo un llamado a las autoridades mexicanas para que garanticen rutas seguras para los migrantes y les aseguren el acceso a la salud.
