Boris Pistorius, ministro de Defensa de Alemania, dio su visto bueno para que los países que poseen tanques Leopard 2 entrenen a militares ucranianos en el uso de los blindados de fabricación alemana, aunque dejó pendiente la decisión del gobierno de su país sobre la entrega de esos carros de combate a Ucrania.

Sin embargo, el semanario Der Spiegel publicó que Alemania aprobó el envío de tanques Leopard del modelo 2A6 y está dispuesto a autorizar que otros países que poseen las unidades puedan reexportarlas a Ucrania.

La noticia se dio a conocer poco después de que el diario estadounidense The Wall Street Journal informó que Estados Unidos está dispuesto a enviar sus tanques Abrams a Ucrania. Y aunque el canciller alemán, Olaf Scholz, negó que esa fuera una condición, fuentes cercanas confirmaron que requería un acuerdo de todos los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), incluido Washington, para mandar sus Leopard.

Los blindados alemanes son considerados un elemento clave para el Ejército ucraniano por sus características de movilidad, blindaje y potencia de fuego, así como por su ventaja logística para el transporte, lo que le permitiría recuperar territorio ocupado y defenderse de una nueva ofensiva rusa.

En Rusia, Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, advirtió que el envío de tanques Leopard 2 a Ucrania repercutirá en las relaciones ruso-alemanas.

Y cuando se cumplen 335 días de la invasión rusa, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky, libra otra guerra en el interior de su gobierno, a causa de fuertes acusaciones de corrupción.

10 altos funcionarios de gobierno y de la Fiscalía fueron destituidos, así como los gobernadores de las administraciones regionales de Sumy, Dnipro, Zaporiyia, Jersón y Kiev.

El relevo más controvertido es el del vicejefe de la oficina presidencial, Kirilo Timoshenko, a quien acusan de obtener beneficios de empresarios que buscaban contratos públicos durante la guerra.