Desafortunadamente muchas familias no pasaran una Navidad o un Año Nuevo como quisieran, ya que alguno de sus seres queridos habrá fallecido de COVID-19 y tendrán que enfrentarse a la saturación de los servicios funerarios.
Al momento las cosas continúan tranquilas, ya que se había estabilizado el número de internamientos y por ende de defunciones, pero con el repunte de los últimos días, se espera que las próximas dos semanas, se pueda presentar un incremento en las defunciones.
Katia Castillo, trabajadora de una funeraria, nos explicó que Diciembre y Enero es una temporada donde normalmente tienen más trabajo, ya que la llegada del invierno y los accidentes, incrementan las defunciones, en esta ocasión a esto se le tiene que sumar los decesos por COVID-19
“Hubo como una estabilidad, si lo podemos llamas de ese modo, pero hace dos o tres semanas comenzaron a incrementar las defunciones por COVID, Año Nuevo, Navidad, desde que inició Diciembre y tal vez hasta Enero, vamos a tener un número más elevado de lo habitual”
Los crematorios públicos y privados han modificado sus horarios para poder atender la demanda y evitar las grandes filas que se dieron en un inicio, algunos crematorios como el de San Isidro que se encuentra en Azcapotzalco, trabajan las 24 horas del día, causando molestias a los vecinos, ya que el humo es constante e incluso se impregna en las prendas que tienden al sol.
Al marcar a cualquier funeraria, no existe por el momento una lista de espera, solo si alguien falleció por la noche o madrugada, se tienen que esperar al inicio de labores del día siguiente para tener un horario.
“Tendríamos espera para el día de mañana, el día de hoy ya no por el horario, entre hoy y mañana temprano estaríamos checando que es cuando abren los horarios, el costo es de $10,500 y le incluye una urna de paquete”
