Según un estudio de 2010, hay algo que aparece en el día a día de millones de niños y adolescentes en el mundo que progresivamente muestra una imagen de mayor enojo. ¿De qué estamos hablando?
De 1975 a 2010, Robert Bartnek, investigador de la U. de Canterbury, descubrió que las expresiones en los muñecos de Lego habían cambiado, de siempre sonrientes, a malhumoradas o agresivas.