Uno de los instrumentos más sensibles en la seguridad de la Estación Espacial Internacional y los vehículos que salen para allá, necesita calibrarse cada cuatro meses y no por un técnico, sino por un médico. ¿De qué estamos hablando?
George Aldrich posee uno de los sentidos del olfato, para seres humanos, más agudos del mundo. Su labor es oler cualquier aroma sospechoso en la NASA y cada cuatro meses tiene que recalibrar su nariz.
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